Elegante y distinguido, el Palazzo Cordusio Gran Meliá Hotel representa un icono de Milán, integrando armoniosamente más de un siglo de historia con el diseño contemporáneo más buscado. Originalmente sede de Assicurazioni Generali, el edificio, originalmente llamado Palazzo Venezia y diseñado entre 1897 y 1901 por Luca Beltrami, ha sido transformado en un refinado hotel que enriquece la metamorfosis de la Piazza Cordusio.
Los arquitectos de los estudios Asah y Marco Piva han respetado la estructura histórica, creando habitaciones lujosas, algunas con vistas a las agujas del Duomo, que ostentan una elegancia atemporal y presentan piezas de diseño de marcas reconocidas. Entre ellas, destacan las telas de Rubelli, cuya refinada elegancia se reproduce perfectamente en las grandes losas de cerámica de la colección I Filati. Esta combinación permite un diálogo armonioso dentro de los espacios, donde los tapizados, las decoraciones murales y los revestimientos del baño se fusionan creando áreas de extraordinaria belleza que también juegan con la coherencia estética. Las grandes losas evocan el arte secular del tejido con superficies innovadoras, seductoras a la vista y agradables al tacto gracias a las innovadoras técnicas de decoración 3D de la superficie. La variedad de tramas y motivos florales, que abarcan diferentes colores, caracteriza y hace única cada habitación, distinguiéndola de las demás.
El hotel, equipado con un gimnasio inundado de luz natural y un spa con piscina, baño turco, sauna y ducha emocional, promueve momentos de pura relajación. El Gran Meliá no solo está reservado para los huéspedes, sino que también sirve como un innovador centro gastronómico, invitando a todos a descubrir un lugar de encuentro y convivencia. La fachada iluminada y los interiores vibrantes celebran la historia y el futuro de Milán, haciendo del Palazzo Cordusio un ejemplo perfecto de cómo la tradición y la modernidad pueden coexistir en armonía.
Créditos de las fotos: Melia Hotels International
